Metodología: Para conocer el origen, la dinámica y las diferencias de los grupos insurgentes en Colombia se han seleccionado una serie de citas de varios historiadores colombianos que trabajan el tema, la idea es que lean atentamente cada una de las citas, que realicen las preguntas sobre los asuntos que no logren comprender o no conozcan en el espacio de la clase y que luego respondan las preguntas que aparecen al final de la guía.
Sobre las condiciones que favorecen el surgimiento de los grupos guerrilleros:
de Rementería, Ibán. Hipótesis sobre la violencia reciente en el Magdalena Medio. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«Al decir que la aparición y desarrollo del movimiento guerrillero depende de condiciones objetivas nacionales, se quiere remarcar el aspecto marcadamente político de esta condición. La guerrilla es el producto de una voluntad política: la toma del poder del Estado nacional; esa voluntad política se hace manifiesta cuando una organización a o en nombre de un grupo o clase social opta por esta forma de lucha militar, en respuesta a un sistema de generación del poder político, que considera, le niega toda posibilidad de acceso legítimo a él.
En el caso de Colombia, esta situación puede ser abreviadamente explicada por el intento de hegemonía conservadora en los años cuarenta, o por el congelamiento político que produce el Frente Nacional; una situación de frustración política independiente se vio exacerbada por el intento populista de la ANAPO de disputarle el poder legal, por la vía electoral a la alianza-alternancia liberal –conservadora.
La condición subjetiva es marcadamente social, depende de la existencia de una o varias regiones en las cuales el conflicto social entre terratenientes y campesinos no haya sido resuelto definitivamente, donde estos últimos estén dispuestos a resistir y el conflicto haya marginado a importantes sectores de la población regional de la actividad económica hasta llevarlos al estado de marginalidad social; allí la guerrilla podrá reclutar a sus combatientes, y contará con respaldo popular.
Pero, finalmente, se necesita de otra condición política, esta vez regional, la ausencia económica y jurisdiccional del Estado, es decir la existencia de un territorio en el cual ninguna autoridad ejerza sus funciones allí, la no presencia económica del Estado hace de la región un territorio sin vías de comunicación ni otras obras estructurales que facilitan la acción militar de la guerrilla pero que dificultan las operaciones militares de fuerzas regulares».
Sobre el origen histórico de los grupos insurgentes en Colombia:
Medina, Medófilo. La resistencia campesina en el sur del Tolima En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«Si bien el eje del movimiento de resistencia campesina en el sur del Tolima lo constituyeron los grupos armados surgidos en Chaparral y Rioblanco, no es menos cierto que dicho movimiento contó con el concurso de otros contingentes importantes. Tal fue el caso de los grupos de Pedro Antonio Marín, el futuro Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Prías Alape “Charro Negro” y Ciro Trujillo. Los tres eran jóvenes liberales que estaban por los veinte años cuando se precipitó la Violencia. En un lugar diferente los tres, como lo hicieron muchos trabajadores agrarios por ese tiempo, llegan a la conclusión de que era necesario resistir los atropellos y crímenes de las bandas conservadoras y de la policía. Cada uno toma la iniciativa de formar un grupo armado».
Pizarro Leongómez, Eduardo. La insurgencia armada: raíces y perspectivas. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«A fines de 1949 nacen los primeros núcleos de autodefensa campesina y de guerrilla móvil, con motivo de enfrentar la violencia oficial. Si bien durante los primeros años de la década de los cincuenta hubo un claro predominio de las guerrillas liberales, en el sur del Tolima y en la región del Sumapaz se presentaron algunos reductos comunistas que tuvieron una importante actividad e influencia. Esos núcleos se desmovilizaron transitoriamente durante la pacificación del gobierno de Rojas Pinilla en 1953, para reactivarse tras la ocupación militar de Villarica (Tolima) en 1955, donde se había refugiado una parte de los antiguos insurgentes comunistas. En esta nueva etapa de la historia guerrillera colombiana, con claro predominio comunista, se impulsaron grupos guerrilleros en tres regiones: Riochiquito, en el departamento del Huila, sur del Tolima y región del Sumapaz, en la frontera entre Tolima y Cundinamarca».
Palacios, Marco. Entre la legitimidad y la violencia. Colombia 1875 – 1994. Bogotá: Norma, 2003.
«En 1954 circularon denuncias de boleteos a los hacendados del Sumapaz, el cobro de «impuestos» y un cierto control de las ventas de café por parte de las guerrillas del Sumapaz. El ejército, equipado con la nueva mentalidad adquirida en la guerra de Corea, tomó posiciones en la región y al año siguiente lanzó una ofensiva convencional, cuyo efecto más visible fue la columna de campesinos refugiados, que saliendo de Villarica, llegaron a Ibagué. Las columnas invisibles buscaron refugio en las selvas cercanas, y luego regresaron al alto Sumapaz. Pero en esta ocasión el acoso militar impulsó corrientes migratorias, que junto con las de los comunes del sur del Tolima, llevaría a la colonización del Alto Ariari, la Sierra de la Macarena, Guayabero y Riochiquito, focos de las futuras FARC, creadas en 1964».
Sobre la conformación de los principales grupos guerrilleros en Colombia:
de Rementería, Ibán. Hipótesis sobre la violencia reciente en el Magdalena Medio. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«En el año de 1966 hace su aparición en la zona santandereana del Magdalena Medio el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Sin embargo, esta guerrilla no fue un movimiento eminentemente campesino, ni fue el producto de la organización militar de la resistencia campesina, y sus principales cuadros pertenecían a la clase media urbana, en especial estudiantes. El ELN más que aprovechar las condiciones subjetivas de la región, localiza allí su acción dada su condición política de ausencia de autoridad del Estado, además, dada su condición estratégica-militar por estar ubicada en el corazón de Colombia. Por otra parte, el ELN aparecía como respuesta político militar –y en tanto tal, cumplía la condición objetiva política nacional-, al congelamiento político del Frente Nacional y a la imposibilidad dentro del tal régimen político de establecer una alternativa política de masas a la hegemonía liberal-conservadora».
«En estas circunstancias aparece en la región el IV frente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en tanto brazo armado del Partido Comunista de Colombia, o de cobijarse políticamente en él, cumple con la condición objetiva política nacional. Además, es una guerrilla que en lo subjetivo responde a los intereses de los campesinos en el conflicto de estos con los terratenientes y que además está dirigida y conformada por campesinos, campesinos sin tierras, asalariados agrícolas desocupados que aspiran a la tierra, o simplemente por población marginal de la región, que toma esta actividad como una manera de sobrevivir. A diferencia del ELN, las FARC entran a resolver, en la medida de lo posible, las necesidades inmediatas de tierras de los campesinos. En tanto que las FARC representan los intereses del movimiento campesino y reciben su respaldo de las masas, su acción militar guerrillera toma iniciativa táctica y logra la máxima movilidad operativa».
Palacios, Marco. Entre la legitimidad y la violencia. Colombia 1875 – 1994. Bogotá: Norma, 2003.
«En 1972 la ANAPO estaba desapareciendo del mapa electoral, mientras un grupo de cuadros del ala socialista de la ANAPO socialista en conjunción con ex comunistas que habían estado ligados a las FARC, decidieron reivindicar el agravio de las elecciones de 1970, y fundaron un grupo armado, el Movimiento 19 de Abril, conocido como el M-19».
Sobre los métodos de financiación y de acción iniciales de los grupos guerrilleros:
de Rementería, Ibán. Hipótesis sobre la violencia reciente en el Magdalena Medio. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«Entonces, en tanto la guerrilla es un contrapoder político, ésta se constituye en la autoridad política regional, que expresa la consolidación del dominio sobre el territorio y su población cuando se atribuye el poder jurisdiccional –la administración de justicia-. En ese momento la guerrilla se considera con la legitimidad suficiente para, en tanto autoridad política regional, ejercer su poder fiscal; aparece entonces la extorsión –boleteo- como impuesto guerrillero y el secuestro como penalización a la “evasión fiscal”».
Pizarro Leongómez, Eduardo. La insurgencia armada: raíces y perspectivas. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«A diferencia de la concepción foquista que busca actuar como catalizador del descontento popular a partir de un pequeño núcleo armado rural, la táctica de la guerra popular prolongada favorece una firme implantación de zonas rurales con objeto de desarrollar una campaña de desgaste de las fuerzas armadas oficiales y asfixiar sus centros de poder, es decir, cercar las ciudades a partir del campo. Finalmente, la táctica insurreccionalista tiene como teatro esencial los centros urbanos y privilegia la guerrilla urbana y la realización de audaces acciones de desestabilización del poder».
«Los núcleos guerrilleros iniciales en Colombia, tanto los que se frustraron como el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, MOEC, o las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, como los que lograron consolidarse como el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el Ejército Popular de Liberación, EPL, nacieron imbuidos de una mentalidad foquista. La única excepción fueron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, debido a sus hondas raíces societales, en las regiones de tradición comunista».
Sobre el futuro del conflicto armado en Colombia:
de Rementería, Ibán. Hipótesis sobre la violencia reciente en el Magdalena Medio. En: Pasado y presente de la violencia en Colombia. Medellín: La Carreta, 2007.
«La causa de la violencia, así como la solución de la violencia no puede ser una violencia mayor, que invoque una razón superior como la paz, para justificar su actuación. La paz conseguida sin resolver el conflicto que causó la guerra, es sólo el triunfo de los vencedores y la derrota de los vencidos».
Sobre el origen de los grupos paramilitares:
Cepeda, Iván; Rojas, Jorge. A las puertas del Ubérrimo. Bogotá: Random House. 2008
«Con las masacres comenzaba la instauración progresiva de un modelo de violencia y de dominio de la sociedad y del territorio de Córdoba. Un modelo que por primera vez había sido ensañado en una pequeña población de la región del Magdalena Medio colombiano: el municipio de Puerto Boyacá. Informes provenientes del Departamento administrativo de seguridad, DAS, daban cuenta de que allí se implantó un laboratorio en el que se experimentó la formación de una especie de microestado paramilitar. En Puerto Boyacá primero se organizó a la población. El Batallón Bárbula del Ejército Nacional convocó a una reunión de residentes locales, que incluía a los líderes liberales y conservadores, empresarios y ganaderos. En esa reunión se acordó conseguir armas y uniformes, y organizar un grupo cuya finalidad consistía en eliminar a las personas sospechosas de ser aliadas de la subversión en la región. Este proceso tuvo el impulso de la Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio, Acdegam; y contó con el apoyo de algunos narcotraficantes –como Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha- y del jefe paramilitar Víctor Carranza. Las operaciones conjuntas entre paramilitares y unidades del Ejército se hicieron comunes. Primero consistieron en patrullajes de la zona y brigadas de salud para identificar a los campesinos supuestamente asociados a la guerrilla. Luego la acción conjunta incluyó ejecuciones, masacres y destrucción de fincas como trabajo de “limpieza” de la zona».
Medina Gallego, Carlos. Autodefensas, Paramilitares, y Narcotráfico en Colombia. Bogotá: Doc. Periodísticos. 1990
«El proceso se inicia en la región con la creación de un ejército privado o grupo paramilitar, para que combatiera conjuntamente con el ejército a la subversión, este grupo se constituye durante la alcaldía militar del Capitán Oscar Echandía, en una reunión en la que además del alcalde asisten representantes de la Texas Petroleum Company, miembros del Comité de Ganaderos, jefes políticos, la defensa civil, miembros de las Fuerzas Militares, comerciantes y otros invitados especiales que van a desempeñar un importante papel en el proceso que se inicia. Algunos de ellos víctimas directas de secuestro. Para poder financiar la creación de ese grupo se contó con la ayuda de ganaderos de la región.
(…) las operaciones conjuntas del grupo paramilitar y el Ejército Nacional centran su atención inicialmente en la desarticulación del trabajo y la organización política del PCC y las FARC, para hacerlo, ejercen una brutal represión contra la población campesina y urbana; en forma sistemática y selectiva, persiguen activistas y dirigentes sindicales, cívicos y políticos, a campesinos y ganaderos y a toda personas que en alguna forma tenga relación con esas organizaciones o pueda servirles de apoyo: “fumigan” el municipio hasta hacer una “limpieza” general».
Actividad:
1. ¿Cuáles son las condiciones esenciales que hacen posible la aparición de los grupos guerrilleros?
2. ¿A qué fenómenos sociales y hechos históricos está asociado el origen de los grupos insurgentes en Colombia?
3. ¿Qué diferencias se encuentran desde su origen entre los principales grupos guerrilleros de Colombia?
4. ¿Cuáles fueron los métodos de financiación inicial de los grupos guerrilleros en Colombia y que tácticas político-militares le han sido las más comunes?
5. ¿Qué sentido le encuentra usted a la cita final de Ibán de Rementeria sobre el futuro del conflicto armado colombiano?
6. Realice un mapa de Colombia -en un pliego de cartulina o papel periódico- en el cual se ubiquen las zonas del país en las que han operado tradicionalmente los principales grupos guerrilleros.
7. ¿Qué diferencias tienen en sus orígenes los grupos guerrilleros y paramilitares en Colombia?
viernes, 4 de noviembre de 2011
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